En este mundo de tanta exigencia ¡Que viva el error!
Porque nos equivocamos y eso nos ayuda a aprender.
Porque nos equivocamos y eso nos permite revisar.
Porque nos equivocamos y eso nos permite tolerar la frustración.
Que mala propaganda tiene el error... y cuánto nos ayuda a revisarnos. Y acá, me detengo a no solo hablar de nuestros pacientes, sino también de nosotras como profesionales.
Nos podemos equivocar y asumirlo, revisarlo, rearmarnos nos enriquece.